Hace unos días vi una receta similar y no he tardado en hacerla, el resultado es espectacular, será uno de mis platos preferidos a partir de ahora, y lo mejor, superfácil de hacer.
Calientas una sartén con aceite de oliva y fríes unos ajitos, como si fuera para gambas al ajillo. A mi me gusta que el aceite no esté muy caliente y lo muevo mucho para que los ajos se hagan bien por dentro y no se quemen. Cuando estén a punto, apagamos el fuego y añadimos los gambones, dos por taco. Los dejamos casi en su punto porque se terminarán al horno.
Una vez hechos, en la bandeja del horno ponemos unas tortilla, mejor si son caseras como las que enseño en mis cursos de cocina. Ponemos dos gambones por taco y un poco de aceite con el ajito. Añadimos queso rallado y lo gratinamos al horno un par de minutos. Recuerda poner a calentar el horno antes, para que esté a tope cuando los metas.
Cuando el queso esté fundido, lo ponemos en un plato. Yo he añadido cebolla frita, una salsa picantita que tenía en el congelador y estaba de muelte, y he espolvoreado con unas hojas secas de menta, un poco solo, para dar el toque.
Lo siguiente ha sido alcanzar el cielo.