Hace unos días busqué por internet como aprovechar la piel de las naranjas y encontré esta técnica sencillísima y útil.
Pelamos y quitamos toda la parte blanca de la piel, hay que apurar al máximo porque sino podría quedar amargo. Limpiamos y secamos la piel. Una vez limpia se puede secar al horno colocando los trozos de piel sobre un papel de horno a temperatura muy baja (60º-70º) durante varias horas. Tambien y mas económico, podemos dejarlas secar en un lugar seco durante unos cuantos días.
Una vez este bien seca trituramos con una máquina hasta que se haga polvo.
Nos sirve como especia para añadir a platos salados como carnes y pescados, o para aromatizar los platos en repostería. El resultado es estupendo.